En los últimos años han surgido diferentes iniciativas mundiales que han impulsado la incorporación de la Responsabilidad Social en la estrategia empresarial, diferenciando sutilmente entre la Responsabilidad Social Corporativa -RSC- y la Responsabilidad Social Empresarial -RSE-, aplicando la segunda solo a la actividad empresarial, pero siendo muy similares ambas y por lo tanto optando por describir la más amplia de ellas.
La RSC es un término que hace referencia al conjunto de obligaciones y compromisos, legales y éticos, tanto nacionales como internacionales, que se derivan de los impactos que la actividad de las organizaciones produce en el ámbito social, laboral, medioambiental y de los derechos humanos. De igual forma que hace medio siglo las empresas desarrollaban su actividad sin tener en cuenta el marketing, o que hace tres décadas la calidad no formaba parte de las orientaciones principales de la actuación empresarial, hoy en día las empresas son cada vez más conscientes de la necesidad de incorporar las preocupaciones sociales, laborales, medioambientales y de derechos humanos como parte de su estrategia de negocio.
En España la RSC tiene su origen a finales de los años 90 a través de la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones que introduce el concepto de Inversión Social Responsable. Siguiendo las tendencias mundiales de RSC, las organizaciones sociales intentaban fomentar el ahorro responsable, si bien para poder incluir empresas españolas en las carteras de determinados fondos de inversión y de otros productos éticos financieros era necesario conocer la situación del entramado empresarial en este ámbito.
Las principales responsabilidades éticas de la empresa con los/as trabajadores y la comunidad son:
La Organización Internacional para la Normalización, ISO, decidió emprender el desarrollo de una Norma Internacional que provea una guía para la Responsabilidad Social Corporativa. La guía ya se publicó a comienzos de 2009, como ISO 26000, y es de uso voluntario.
Uno de los valores que proclama la ISO 26000 son los recursos humanos de una empresa cuyos principios éticos se basan en:
En España se ha ido más allá en este campo en general y en cuestiones de igualdad de género en particular, y desde el Instituto de la Mujer se ha promovido y creado la Red de Empresas con distintivo “Igualdad en la Empresa”, coloquialmente denominado Red DIE.
La Red DIE está formada por 149 empresas, entre las que están Henkel, Naturgy, PSA Groupe, Ferrovial o Baxter, que desde la primera convocatoria en el año 2010 han ido adhiriéndose y comprometiéndose con las buenas prácticas en materia de Igualdad de Oportunidades entre mujeres y hombres en su actividad empresarial.
El distintivo “Igualdad en la Empresa” no es una certificación en sí misma sino una marca de excelencia que se obtiene en convocatorias anuales y que reconoce a las empresas y otras entidades que destaquen en el desarrollo de Políticas de Igualdad entre mujeres y hombres en el ámbito laboral, siendo requisito imprescindible para optar a la convocatoria la implementación de un plan de igualdad además del cumplimiento de condiciones de trabajo, modelos de organización y publicidad, entre otros.
La obtención de este distinto tiene una vigencia de tres años, aunque en marzo de cada año, las entidades distinguidas deben entregar un informe de seguimiento de las actividades relacionado con la igualdad entre mujeres y hombres. Dicho informe es evaluado con la perspectiva de constatar que las entidades distinguidas mantienen el nivel de excelencia en materia de igualdad por el que fueron merecedoras del distintivo “Igualdad en la Empresa”. El informe de la tercera anualidad es el de la solicitud de prórroga de la distinción por otros tres años, que lo deben solicitar las empresas que tienen el distintivo, en caso de estar interesadas en su continuidad.
La igualdad entre mujeres y hombres es un senda en la que la sociedad y el tejido empresarial viene caminando y cuyo recorrido, aún dificultoso y lento, muestra a las empresas la importancia de generar entornos laborales de igualdad de oportunidades, eliminado brechas de género y comprometiéndose con la promoción de políticas empresariales que, además, revierten en su incorporación de talento, en el rendimiento de su actividad empresarial y por lo tanto no solo en los beneficios empresariales y económicos sino también en los sociales y de valores.
Consultora Técnica en Calidad, Medio Ambiente y PRL