Entrevista a María Fraguas, directora Comercial en Grupo Isonor
Para empezar, si tuvieses que echar la vista atrás para revisar cómo eran las relaciones comerciales hace dos décadas, ¿en qué aspectos crees que se han producido los grandes avances y hacia dónde se ha mejorado?
El progreso tecnológico y la apertura comercial son dos de los factores más importantes que han transformado la actual economía y por lo tanto donde se han producido más cambios en las relaciones comerciales, derivándose de ello grandes oportunidades para aquellos que han sabido aprovecharlo y adaptarse al nuevo entorno, al mismo tiempo que importantes amenazas en aquellos casos que no lo han sabido ver así.
Grupo Isonor lleva más de 20 años aportando soluciones a las pymes gallegas y en los últimos años ha asumido una política de crecimiento y de expansión en el resto de España, ¿qué crees que caracteriza a vuestra consultoría de servicios para haber capeado la crisis económica con tan buenos resultados?
En nuestro caso concreto el éxito ha venido condicionado por la optimización de los recursos a todos los niveles de la empresa, apostando incondicionalmente por la innovación, el desarrollo tecnológico en todos los procesos y sobre todo por el factor humano, contando siempre con profesionales multidisciplinares de primer nivel dentro de la organización que nos permiten aportar soluciones globales y a medida de las necesidades de las empresas, siempre comprometidos con una visión dirigida a la satisfacción de nuestros clientes.
Vivimos en una sociedad en la que el triunfo y el éxito de las mujeres parece que siempre lleva aparejado una elevada carga de renuncias, ¿crees que el mercado laboral en general, y más en el caso del ámbito comercial, está sabiendo hacer un cambio hacia un modelo más equilibrado?
La mayoría de las grandes compañías españolas, organismos públicos y cada vez más pymes son conscientes de la necesidad de avanzar por la senda de la diversidad de género, poniendo en marcha una estrategia de diversidad que garantice la igualdad, pero queda mucho por hacer. Avanzar por este camino no siempre es fácil, pero las historias de éxito que podemos ver día a día demuestran que el cambio es posible, que la incorporación de la mujer a los puestos directivos es rentable, que no sacar provecho del talento femenino significa perder potencial de crecimiento empresarial y que, afortunadamente, estamos ante un movimiento imparable.
Avanzar en materia de diversidad para lograr corregir el desequilibrio actual en materia de género no es una cuestión circunstancial, sino estructural, y no debe enfocarse desde una óptica cortoplacista.A la hora de enumerar las razones por las que es preciso avanzar más deprisa en esta dirección, no se ha de considerar que es solo por un principio de justicia e igualdad, sino que también hay que recordar que más diversidad significa avances del talento, innovación, liderazgo y, por supuesto, rentabilidad. Además se pueden identificar otros motivos más precisos que ponen de manifiesto que el cambio es imparable y que, como todo proceso de modernización, conviene asumirlo lo antes posible para aprovechar todo su potencial y convertirlo en una ventaja competitiva: Europa está presionando, lo que antes eran “recomendaciones” se están convirtiendo en obligaciones al pasar al ámbito normativo, los inversores lo piden, el talento no tiene género y las directivas más brillantes tienden a buscar entornos en donde alcanzan las posiciones directivas en función de los méritos, no del género, y además el cliente siempre manda y ahora el cliente también es mujer.
¿Cuáles consideras que son las medidas imprescindibles para contribuir al cumplimiento de esas obligaciones y que la igualdad sea una realidad empresarial?
Todos los involucrados en el mundo empresarial debemos inspirar y potenciar las buenas prácticas que faciliten el acceso de todo el talento disponible a posiciones directivas, independientemente de su sexo. Debemos luchar contra las principales barreras favoreciendo la conciliación, sistemas de promoción objetivos, cultura empresarial de trabajo por objetivos y de reconocimiento basado en resultados que es la mejor forma de garantizar la igualdad de oportunidades y hacer posible el acceso progresivo de la mujer a todos los niveles de la organización.
Especialmente las mujeres, debemos de ser conscientes de que está en nuestra mano llegar aún más lejos en nuestra carrera profesional y alcanzar los más altos puestos directivos. En el caso de Grupo Isonor estamos comprometidos con la diversidad de forma efectiva, siendo mujeres las que desempeñan más del 50% de puestos directivos.
El asesoramiento comercial depende en buena medida de estar disponible para el cliente, de resolver sus necesidades y en muchos casos de anteponerse a ellas, por lo que se puede presuponer que el nivel de dedicación es muy elevado, ¿cómo es conciliar la vida familiar y personal con un ámbito profesional tan exigente?
Una de las principales barreras para el acceso de la mujer a la dirección de las organizaciones es la dificultad para conciliar la carrera profesional con la atención a las responsabilidades familiares. Los horarios eternos y la poca flexibilidad laboral están detrás de este obstáculo pero, sin duda, el factor más importante es que la mujer sigue asumiendo un mayor peso de las responsabilidades relacionadas con la familia y el hogar.Lograr una mayor corresponsabilidad en el hogar es una palanca decisiva para ver a más mujeres ocupando puestos de responsabilidad. La flexibilidad es vital para compaginar la vida personal con la laboral y, mientras se mantengan modelos demasiado rígidos, será difícil avanzar.
Avanzar en términos de diversidad es un camino largo que supone un cambio cultural, por lo que se necesita contar con la participación de los diferentes players que determinan el presente y el futuro de las empresas. Sin duda la pieza clave para el avance profesional es uno mismo, es clave la importancia que tenemos las propias mujeres en el impulso de nuestras carreras, porque de nosotras tiene que partir la fuerza para lanzar las medidas que hagan posible el cambio. Es necesario formarse bien, tener una visión estratégica de la carrera profesional, definirse objetivos, ser proactivo en la búsqueda de oportunidades y desarrollar activamente el networking. El camino no es fácil ni está exento de dificultades, por lo que conviene pedir apoyo y colaboración de los hombres, pero no cabe duda de que gran parte del éxito radica en el trabajo proactivo de las mujeres y en una actitud positiva ante el desafío de la diversidad.
Por último, desde tu experiencia como directora comercial ¿consideras diferente la gestión de equipos comerciales integrados en su mayoría por hombres o por mujeres?
Para mí lo óptimo son equipos mixtos en donde se potencia la complementariedad, esto es, las habilidades diferenciales de cada género, tanto las innatas como las adquiridas, tratando de capitalizarlas a favor del individuo, del equipo y en definitiva de la empresa.