Empecemos con un pequeño ejercicio de observación. Si vamos a una conferencia o evento en el que el tema principal sea la tecnología, o bien si entramos en un aula universitaria o de formación profesional en la que se imparta una materia relacionada con la tecnología y miramos a nuestro alrededor, lo más seguro es que observemos que el número de mujeres presentes es significativamente inferior al de hombres, tanto impartiendo la clase o conferencia como entre los/as oyentes. El mismo ejercicio podríamos hacer en el ámbito empresarial relacionado con las TICs y el resultado general vendría a ser el mismo.
A la hora de conocer y analizar la presencia de la mujer en el sector de las Tecnologías de la Información y Comunicación -TIC-, no podemos quedarnos en esas meras observaciones de nuestra acotada experiencia personal. Pues, si bien gracias a ellas podemos intuir en cierta medida la realidad, no estaríamos realizando un análisis completo de la misma y estaríamos extrayendo conclusiones absolutas de datos parciales. Lo que se persigue con este artículo es poner cifras a esas intuiciones y, mediante esos datos cuantitativos, esbozar una visión del papel que juegan las mujeres en este sector.
A riesgo de realizar un spoiler y de que, una vez llegados a este punto, ya nadie continúe leyendo porque el final ya ha sido destripado, hay que decir que las conclusiones obtenidas de nuestro nada ortodoxo estudio inicial son las correctas. La presencia de mujeres en el sector TIC es notablemente inferior a la de hombres. Según el informe Salarios y política laboral en el hipersector TIC 2017-2018, elaborado por la patronal del sector tecnológico y digital AMETIC, en el año 2017 la presencia de la mujer en el sector era del 37,4%. Si tenemos en cuenta que esta cifra solo ha aumentado en un 3,4% con respecto a 1999, debemos corregir la conclusión extraída anteriormente y decir que la presencia de mujeres en el sector TIC es preocupantemente inferior a la de hombres y las perspectivas más inmediatas no son todo lo buenas que nos gustaría.
Quedarse únicamente con ese dato sería instalarse en la superficie de la realidad. La principal causa de la existencia de esa brecha de género en el sector la tenemos que buscar en el punto de origen: la educación. Según datos del Ministerio de Educación, el 54% de los matriculados en carreras universitarias en España son mujeres pero la cifra desciende drásticamente en las carreras relacionadas con las tecnologías de la información y comunicación. En este ámbito el porcentaje de mujeres matriculadas según el informe Panorama de la Educación 2017: Indicadores de la OCDE. Informe español es del 12%. Si ampliamos la visión a las carreras denominadas comúnmente como STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, por sus siglas en inglés) en el que se engloban las TICs, el porcentaje es del 31,4%.
Si atendemos a las cifras, el estereotipo de que la tecnología es cosa de hombres parece confirmarse. Pero nada más lejos de la verdad. Son justamente esos estereotipos que aún siguen presentes de forma velada en la sociedad, los que subyacen bajo la desventajosa posición de las mujeres y niñas en estos campos educativos. La UNESCO en su publicación Cracking the code: girls’ and women’s education in STEM (Descifrar las claves: la educación de las niñas y las mujeres en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas), esclarece las causas que obstaculizan la presencia de las mujeres en el ámbito educativo relacionado con las STEM.
De este estudio se desprende que existen numerosos factores arraigados en los procesos de socialización y aprendizaje que influyen de forma directa en la autopercepción que las niñas y mujeres tienen del papel que pueden desempeñar en los ámbitos científico-técnicos. La existencia de un estigma social que vincula las capacidades tecnológicas y científicas con lo masculino, aún cuando múltiples investigaciones desmienten la existencia de factores biológicos que lo avalen, condiciona la visión que de sus propias capacidades e intereses tienen las niñas y mujeres en cuanto a su formación y posterior desarrollo profesional en las STEM. Estas circunstancias están lastrando de forma notoria a un sector tecnológico que se ve privado de diversidad y talento desde el origen.
Sin embargo, aún cuando en un futuro se lograse alcanzar una equidad numérica en cuanto a acceso de las mujeres a la formación y empleabilidad en el ámbito de las TIC, no se podría considerar superada la brecha de género si no viene acompañada por una paridad en cuanto a acceso a oportunidades y a participación en la toma de decisiones. La brecha existente no se refleja solo en el número minoritario de mujeres frente al de hombres en el sector, sino que se hace patente también en la desigualdad de oportunidades que existe entre unas y otros. Esta desigualdad se refleja claramente en el número de mujeres que tienen la posibilidad de desempeñar cargos de responsabilidad, siendo en España solo el 9% de los puestos de dirección los que están ocupados por mujeres en el sector que nos ocupa. La escasa existencia de mujeres formadas en estos campos, la dificultad de conciliar familia y responsabilidades, así como la existencia de discriminición por género en algunos ámbitos, son factores que lastran la incorporación femenina en cargos de responsabilidad.
No obstante, a pesar del patente desequilibrio en cifras que se observa en el sector TIC español, encontramos alentadores ejemplos de representación femenina en altos cargos directivos, tanto en la pequeña y mediana empresa como en multinacionales. Es el caso de los gigantes del sector como Google, Facebook, Microsoft, HP o IBM, entre otras, cuyas filiales españolas están lideradas por mujeres, o el de las emprendedoras que deciden apostar por la creación de empresas de base tecnológica. La visibilización de estos ejemplos es clave a la hora de refrendar que el talento y las capacidades profesionales no están ligados al género. El construir un sector TIC aún más fuerte y rentable pasa por hacer de él un sector inclusivo y diverso, en el que sus integrantes tengan las mismas oportunidades de desarrollo profesional sin importar su género.
Aunque el cambio en el sector no se producirá de forma inmediata, y conllevará mucho esfuerzo por parte de todos y todas las que formamos parte de él así como de la propia sociedad, hay una acción clave a la que podemos contribuir: visibilizar el papel de la mujer en las TICs. El equilibrio de género en el sector lo podrán lograr las generaciones que ahora se están formando, y sucesivas, pero para ello debemos primero eliminar las barreras invisibles que están limitando el acceso de las niñas a la formación tecnológica. La visibilización de la mujer en este ámbito y la creación de referentes en el que las niñas y jóvenes se puedan fijar son acciones indispensables a la hora de conseguir revertir el poco interés que parece despertar en la mayor parte de ellas el ámbito tecnológico como carrera profesional.
Cada vez son más las iniciativas que tanto desde empresas, asociaciones de profesionales u organismos se están desarrollando con el fin último y deseado de que la tecnología por fin sea cosa de hombres y mujeres por igual. Ejemplo de ellas son las acciones que las propias empresas ponen en marcha, tanto para la difusión de la tecnología entre niños y niñas como la implantación de acciones de discriminación positiva que, a pesar de no ser el instrumento ideal para alcanzar la paridad, en ocasiones se hacen necesarias y se convierten en la única forma de revertir el desequilibrio existente. Otras iniciativas de gran interés son los meetups promovidos en diferentes ciudades por mujeres profesionales del sector cuyo objetivo es divulgar el papel de la mujer en las TICs, a la vez que darles acceso a formación tecnológica específica, es el caso de Women who code, AdaJS y PyLadies. Estos son solo algunos ejemplos, pero lo cierto es que cada vez más, tanto el sector en particular como la sociedad en general, son más conscientes de la necesidad y las ventajas de hacer del sector TIC un sector diverso en el que las mujeres tengan las mismas oportunidades. Gracias a ello podemos ser optimistas y confiar en que la revolución tecnológica y digital será feminista, o no será.
«Si no incorporamos mujeres en nuestros equipos estamos perdiendo la posibilidad de crear mejores proyectos»
Si hablamos de la escasa presencia de mujeres en el sector TIC, el origen lo tenemos que buscar en la enseñanza donde las carreras técnicas son las que cuentan con el menor número de mujeres matriculadas. ¿Qué acciones consideras que son necesarias para eliminar esta brecha de género en el ámbito educativo?
Cuando hablamos de fomentar las vocaciones STEM femeninas, más que animar a las niñas para que estudien carreras de ciencias deberíamos evitar que las que tienen interés por la ciencia se desanimen porque sienten que no son suficientemente buenas, y para esto se necesita un trabajo conjunto en el ámbito educativo y familiar. Además, deberíamos tener en cuenta qué es lo que hace que las chicas se decanten por determinados estudios, y en muchos casos es su utilidad social, por lo que deberíamos mostrar la utilidad de las carreras técnicas para construir un futuro mejor.
Como única mujer que forma parte del Comité de Dirección del Clúster TIC de Galicia en la actualidad y dada tu trayectoria profesional de más de 20 años en el sector, ¿crees que el sector TIC gallego ha experimentado avances en la corrección de las desigualdades en los últimos años?
La escasez de mujeres se ha convertido en un problema visible en el sector en los últimos años, y este es el primer paso para cambiar las cosas, ser conscientes de que existe una desigualdad. Hace diez años, cuando elaboramos desde EGANET el primer estudio de “Las mujeres en la empresa TIC” lo hicimos para visibilizar una situación que nos preocupaba, pero a la que en ese momento no se le daba importancia, eso ha cambiado.
Cuando se habla de la brecha de género pareciera que siempre se pone el foco en lo que esto supone para las mujeres, pero ¿cómo consideras que está perjudicando esto al sector TIC y a las empresas que lo conforman?
Los proyectos que surgen de equipos diversos son mejores, si no incorporamos mujeres en nuestros equipos estamos perdiendo la posibilidad de crear mejores proyectos, con visiones diferentes. Existen estudios que demuestran que la equidad de género en las empresas mejora la situación laboral de hombres y mujeres, y que las empresas que cuentan con más mujeres en puestos directivos obtienen mejores resultados económicos.
Administraciones, instituciones educativas, asociaciones de empresas, empresas… todos son actores imprescindibles a la hora lograr eliminar las desigualdades que existen en este sector, ¿qué acciones se están llevando a cabo desde los ámbitos en los que participas para impulsar la presencia y el papel de las mujeres en el sector?
Existen numerosas iniciativas en este sentido: talleres para acercar a las niñas a la tecnología, charlas en centros escolares, visibilización de mujeres profesionales que sirvan de ejemplo a las jóvenes, premios específicos, ayudas a la creación de empresas… pero para mi lo más importante es integrar la perspectiva de género en cualquier iniciativa que se realice. No servirá de mucho atraer a las mujeres al sector tecnológico si después no las tenemos en cuenta, si no se sienten en igualdad de condiciones que sus compañeros, si no les damos la oportunidad de tener voz.
Consultora en marketing digital, diseño y desarrollo web