La norma UNE-EN 689:1996, que establece las directrices para la evaluación de la exposición por inhalación de agentes químicos para la comparación con los valores límite y estrategia de la medición, ha cumplido ya más de 20 años.
Desde su publicación, con el paso de los años y gracias a los avances científicos y técnicos, diferentes asociaciones profesionales e instituciones han empezado a cuestionar la idoneidad de los criterios recogidos en dicha norma y si es realmente suficiente para evaluar de manera eficaz la exposición por inhalación a agentes químicos de los trabajadores/as.
Con este dilema, el Comité Europeo de Normalización (CEN) creó un grupo técnico liderado por el INRS (L´Institut National de Recherche et de Sécurité) para revisar el contenido de la norma y las directrices de evaluación descritas en ella.
La nueva norma UNE-EN 689:2018, ya aprobada, pero pendiente de que entre en vigor por la publicación en español, presenta una estrategia para realizar mediciones representativas de la exposición por inhalación a agentes químicos, con el fin de poder demostrar el cumplimiento en relación con los valores límite de exposición profesional (LEP).
Actualmente, pues, se encuentra en fase de proyecto (PNE-EN 689), y se presenta con el título de “Exposición en el lugar de trabajo. Medición de la exposición por inhalación de agentes químicos. Estrategia para verificar la conformidad de los valores límite de la exposición profesional.”
Con esta actualización, se nos presentan grandes diferencias respecto a la anterior norma, con las que el empresariado, mandos intermedios, trabajadores y técnicos de prevención debemos familiarizarnos.
De manera especial, los y las higienistas debemos “reciclarnos” y dar un nuevo paso, en el que la experiencia laboral cobrará especial importancia a la hora de evaluar la exposición por inhalación a agentes químicos. Antes de plantear mediciones, una evaluación cualitativa será fundamental, evaluar no es sinónimo de medir.
Las condiciones que existen en la empresa y los métodos de trabajo, así como conocer bien los agentes químicos, identificar los factores de exposición (tiempo de exposición, cantidad del agente, condiciones ambientales, medidas colectivas y mantenimiento de estas), etc., nos llevarán a decidir si tiene sentido realizar la medición o no.
En las mediciones de la exposición, con la nueva norma, surgen también novedades importantes que nos llevarán a obtener resultados más fiables:
Igualmente, existen algunos agentes químicos que tienen normativa específica y en la que también nos tenemos que seguir apoyando, tales como son el Benceno, Plomo, Amianto, SiO2, o polvo de maderas duras, entre otros (todos ellos agentes cancerígenos).
Con todo esto, debemos estar atentos a la inminente entrada en vigor de la norma UNE-EN 689:2018 y con ella comenzar un nuevo camino en esta parte de la disciplina de la higiene industrial, que quizás sea mucho más exigente, pero con nuevas estrategias que nos dejen demostrar de manera más acertada el cumplimiento del valor LEP (Límite de Exposición Profesional).
Responsable en Higiene Industrial