Si hay una profesión que está creciendo en importancia estos últimos años, desde luego es la relacionada con internet, las búsquedas online, redes sociales, diseño web, vídeos, es decir, en dos palabras: marketing digital.
Han surgido puestos de trabajo que prácticamente no se conocían hace 10 años y que ahora son los perfiles y servicios más demandados por las empresas.
Siempre ha sido importante la publicidad y el marketing, porque ha sido lo que ha diferenciado a unas marcas o empresas de otras y es lo que permite aumentar las ventas. Hoy en día, es realmente importante porque se ha multiplicado la competencia y los canales por los que llegar a los clientes.
Esto implica que campañas que eran impensables para una pyme, por sus costes, como los anuncios de televisión para llegar a un público masivo, actualmente pueden ser asumidos por cualquier negocio, por pequeño que sea.
Como resultado se ha democratizado la publicidad, permitiendo incrementar el volumen de negocio para que cualquier pyme, que apueste por la innovación, sepa invertir bien sus recursos. Pero, ¿es realmente tan necesario para las empresas?
Sí. Nos guste o nos guste, la realidad es que vivimos en un mundo global, donde disponemos de acceso inmediato a cantidades ingentes de información en cualquier momento y en la palma de nuestras manos. A nivel profesional, es fundamental tener presencia online, porque lo primero que se hace es buscar información sobre nuestro negocio.
Empezamos a llegar a un punto donde, si no estamos en internet, no existimos. Y cada vez va a ser más cierto ya que las generaciones que están empezando a consumir, directamente utilizan la tecnología para preguntar dónde y qué comprar.
Esto, unido a la práctica eliminación de las fronteras, significa que no solo existen muchas más negocios y competencia, además esta competencia puede estar tan lejos como en cualquier país (Amazon, Mediamarkt, AliExpress) o tan cerca como un clic en el teléfono que tengo en la mano.
En muchas ocasiones, me he encontrado ante la pregunta de si una empresa, un proyecto, un negocio, necesita una web, o necesita estar en Redes Sociales o, en general, gastarse un dinero en estar en internet. Mi respuesta, siempre es la misma, y es otra pregunta: ¿Para qué quieres una web? Y esta pregunta, solo admite una respuesta: ganar más dinero.
Si estás pensando en una web bonita, a tu gusto, con un diseño espectacular, pero no invertir en que esta web sea visible, aparezca en búsquedas o tenga presencia, en serio, recomiendo invertir ese dinero en un lienzo para el despacho. Porque a efectos prácticos, una web que no está posicionada en buscadores, que no es capaz de hacer que tu negocio gane más dinero, es más o menos lo mismo.
Si ahora mismo, le dijera a un nuevo cliente que vamos a montar una campaña de publicidad en Internet de 10.000€, saldrían corriendo por la puerta. Pero, si en cambio planteo una inversión de 500€ que en unos meses se van a convertir en 700€, cuando nos volvamos a encontrar, al ver los 700€, ¿cuál sería tu reacción? ¡Vamos a invertir 1000€! Esperando 1.400€. Este debería ser el objetivo del marketing online.
En 2013, unos chicos, después de fracasar en un proyecto anterior, decidieron apostar por la venta online, con una visión muy clara de su producto y de sus posibles clientes. Esta empresa, es HAWKERS, ahora mismo invierten unos 50.000€ al día en publicidad en Facebook. Facturan unos 75 millones de euros y solo hacen publicidad online.
Obviamente, la mayoría de las empresas no son Hawkers, pero conozco muchas pymes, que poco a poco ya está invirtiendo miles de euros mensuales en publicidad online y SEO. ¿Por qué? Porque han visto los resultados y las mejoras en facturación.
Otra pequeña historia sobre las nuevas tecnologías: una empresa que tenía una pequeña tienda de equipamiento deportivo decidió montar una web. Les apasionaba lo que hacían y creían que debían aportar información sobre su negocio en Internet. Tenían una filosofía muy honesta y sencilla: te respondemos en 24h. Poco a poco, la web fue teniendo más visitas, empezando a enviar sus productos por mensajería, etc. hasta que, en otras partes del mundo, empezaron a notar que poco a poco el número de visitantes aumentaba, pero que las ventas en equipamiento descendían. Esto implicó un cambio en el comportamiento de las empresas locales, que viendo la bajada en las ventas tuvieron que empezar a construir sus propias webs para poder competir en igualdad de condiciones. Esto significa, y es una realidad, que si quiero mantener mi negocio local, probablemente tendré que plantear estrategias globales, para plantarle cara a una competencia que está presente online.
¿Nuevas tecnologías? Este ejemplo me lo contaron en una clase de marketing hace 10 años. La empresa es Barrabes, en un pequeño pueblo del Pirineo, y montó su primera web en 1996, ¡hace más de 20 años! No son nuevas tecnologías, el mundo de los negocios está cambiando, es verdad, pero hay cambios que ya no son nuevos, es una realidad, desde hace mucho.
Por lo tanto, es un hecho que, tarde o temprano, todas las empresas deberán invertir en marketing online, pero, ¿qué hace falta? ¿Qué tipo de profesionales son los que se dedican a este campo?
Digo actitudes porque referirse a la adquisición de conocimiento es complicado cuando hablamos de un sector que está en continuo y permanente cambio. Normalmente son poco o nada útiles los estudios específicos, ya que en 3 o 5 años estos conocimientos teóricos son poco o nada aplicables. Esto puede parecer, de primeras, poco comprensible, incluso un poco contradictorio, pero se me ocurre la comparación con los idiomas. Yo puedo decir que tengo un curso de inglés inmersivo por la Trend University de Nottinghan, en 1997. Obviamente, aportaría muy poquito valor en una entrevista de trabajo donde el inglés sea un requisito para el puesto.
En el mundo “de internet” pasa algo parecido que con los idiomas. Está claro, que cuanta más formación se tenga, mucho mejor a nivel teórico, pero hace cinco años no utilizábamos los móviles para navegar por internet, hace dos no se realizaban búsquedas por voz (y esto cambia totalmente como se comportan los buscadores); hace pocos meses nos enfrentamos a todo un cambio en la legislación sobre la protección de datos que cambia por completo la forma en la que se comportan las webs con los usuarios y hace unas semanas ha llegado a España el Google Home, un asistente de búsquedas dentro de nuestras casas.
Esto implica que de forma permanente están cambiando todas las reglas de los buscadores, que lo que “funcionaba” hace tres años actualmente se penaliza y dentro de 3 años no podemos tener ni idea de cómo tendrán que adaptarse las empresas.
Esto implica que, más que unos conocimientos concretos, es importante varias actitudes como la curiosidad, la capacidad y las ganas de estar siempre aprendiendo, investigando y probando cosas.
Aunque en principio, puede parecer que la opción ideal es la de crear un departamento interno, actualmente los profesionales del sector cada vez son más demandados y su coste salarial generalmente solo está disponible para grandes empresas. Además, existen varios enfoques que requieren habilidades diferentes (SEO / SEM / Redes Sociales / Vídeo marketing).
Esto implica que, en la práctica, incluso las grandes empresas con grandes presupuestos para invertir en Marketing digital, terminan recurriendo a agencias o profesionales externos, ya que les permite disponer de los mejores especialistas en cada uno de los campos que requiere el proyecto.
La mejor opción, por lo tanto, es la de contratar un servicio externo, que cubra las necesidades de la Empresa o el Proyecto. Esto implica contar con un equipo de profesionales que son capaces de abordar los diferentes requisitos, con experiencia y los recursos necesarios.
Cada vez hay más agencias con precios competitivos, con productos diseñados para puedan ser asumidos dentro del presupuesto de cualquier pyme.
Además, de esta forma se puede acotar el presupuesto, establecer el alcance y empezar a trabajar en los resultados.
Las empresas con mucho tiempo de vida, deberían plantearse de forma progresiva la inclusión en el mundo online, ya que poco a poco van ir viendo como la competencia irá reduciendo su mercado y beneficios.
Para aquellas empresas que están empezando, invertir en marketing online es una opción absolutamente imprescindible.
Esto significa, que el marketing digital es un sector en auge, que al permitir a las empresas mejorar sus resultados cada vez está mejor remunerado y demandado.
Es un sector complejo, por sus ramificaciones, con necesidad de especialización, pero al mismo tiempo de estar continuamente adaptándose a los cambios que se producen. Pero, por otro lado, es dinámico y permite aprender de muchos aspectos diferentes y ayudar a las empresas y proyectos a mejorar.
Todavía no es tarde, ¿te unes?
Consultor en marketing digital