El día que decidí iniciar mi propio proyecto empresarial… había trabajado toda mi vida laboral en estudios de arquitectura. Cuando me quedé sin trabajo, a finales de 2015, ya tenía un poco claro que, con casi 40 años y con cargas familiares, no quería estar expensas de un mercado laboral con tan pocas expectativas, sobre todo en el sector de la arquitectura. Aunque mis objetivos en cuanto al sector de dedicación eran muy distintos, finalmente decidí meterme en este pequeño negocio.
Creo que las mujeres emprendedoras… dar el paso de emprender, aunque sea a pequeña escala, te permite ir trazando tu propio camino, tomando tus propias decisiones; a veces con muchas dudas. Requiere dedicación y muchas horas de trabajo poder sacar adelante lo que tienes entre manos. Esto resulta bastante más difícil para aquellas mujeres sobre las que recae la responsabilidad del cuidado del hogar y familiares que, aún a día de hoy, son mayoría.
Cuando pienso en el futuro de las mujeres considero que… el hecho de que se hable del concepto “mujer emprendedora” como un tema a tratar en las agendas políticas o mediáticas significa que no está normalizado. Afortunadamente, y aunque falta mucho, existe cada vez más consciencia, tanto a nivel social como institucional, de la situación de la mujer trabajadora. La igualdad efectiva de género no solo beneficia a las mujeres, sino a la sociedad en su conjunto por eso tenemos la obligación de luchar por seguir conquistando el espacio que nos pertenece del mismo modo que han hecho las mujeres que nos han precedido.
El día que decidí iniciar mi propio proyecto empresarial… no era el primer proyecto que arrancaba, pero este proyecto era especial, era desarrollar una historia de una familia gallega en un producto, nuestro aceite “Novoa Natura”, un aceite de autor. Emprender un proyecto desde una perspectiva familiar hace que el esfuerzo y cuidado que dedicamos cada uno de nosotros tenga un resultado de mayor calidad para el consumidor del aceite premium que comercializamos.
Creo que las mujeres emprendedoras… si creemos en algo se puede conseguir, independientemente de ser mujer u hombre, la capacidad de emprender es la capacidad de soñar, de crear y de creer en todo lo que hagas. En esta empresa familiar todos hacemos de todo, cada uno aporta su granito de arena, eso sí, con mucho amor a lo que hacemos, y eso se nota en nuestro producto final, sin duda alguna. Prueba de ello es la buena acogida que está teniendo nuestra última cosecha y la singularidad del aceite que elaboramos en nuestra propia tierra.
Cuando pienso en el futuro de las mujeres considero que… que siempre se nos va a exigir más, pero eso no importa, te hace crecer, te hace luchar y al final te hace triunfar. Creo que nosotras mismas tenemos que ser las primeras en no ver a los hombres diferentes y aunque nos lo pongan un poquito más difícil creo que todo se consigue.
El día que decidí iniciar mi propio proyecto empresarial… soy científica de profesión, y una privilegiada que encontró trabajo incluso antes de acabar la carrera. Durante 10 años trabajé como oceanógrafa en lo que creía que sería mi futuro, pero algo dentro de mí me pedía hacer algo más creativo con mi vida. Un viaje de 6 meses por trabajo a Nueva Zelanda me cambió completamente y decidí darle forma una idea que rondaba mi cabeza; una tienda online de papelería creativa, decoración y handmade.
Creo que las mujeres emprendedoras… emprender implica un esfuerzo constante y continuo y un gran sacrificio para lograr sacar adelante una idea en un mundo tan competitivo, en el que las grandes empresas siempre van varios pasos por delante de las pequeñas. Crear algo desde 0 con apenas ahorros y sin formación en el mundo empresarial me ha hecho sentir desde el principio como en una especie de montaña rusa. Sin embargo, cuando echo la vista atrás y veo el camino que he ido abriendo a mi paso no puedo dejar de sentirme de alguna forma orgullosa por haber llegado hasta aquí.
Cuando pienso en el futuro de las mujeres considero que… reconozco que hasta el día de hoy no me he encontrado con ninguna dificultad para darle forma a mi negocio por el hecho de ser mujer, pero con 34 años siento que estoy entrando en una etapa nueva de mi vida en la que formar una familia es algo que empiezas a plantearte, y sé que ello supondría el mayor reto al que haya tenido que hacer frente. Conciliar la vida profesional con la familiar se convierte en todo un desafío para las mujeres y son muchas las compañeras que han dejado de lado sus proyectos para dedicarse a su familia.
El día que decidí iniciar mi propio proyecto empresarial… llevaba años trabajando como profesora, pensando en lo mucho que me hubiera gustado poder crear un espacio cultural para niños, un sitio con muchos libros y donde puedan participar en actividades lúdicas que les ayuden a decidir qué es lo que más les gusta hacer y poder descubrir así sus talentos.
La enseñanza es mi pasión así que un día decidí montar KosmoKids, una librería en la que podéis encontrar libros en varios idiomas, juegos y juguetes educativos y una amplia oferta de actividades para niños a partir de 12 meses.
Creo que las mujeres emprendedoras… tienen muchas fortalezas: son innovadoras, creativas, se adaptan con facilidad a los cambios y suelen ser capaces de realizar varias tareas a la vez. Últimamente la situación de la mujer en la sociedad ha cambiado, el número de mujeres que han decidido ser su propio jefe ha crecido. Lo que más pesa a la hora de decidir lanzarse a montar su propio negocio es poder encontrar un balance entre la vida laboral y la familiar. Aunque cada una tiene sus propias ideas y motivaciones, la mayoría de las mujeres tienen un patrón psicológico común: la conciliación.
Cuando pienso en el futuro de las mujeres considero que… aunque lentamente, estamos yendo por buen camino, ya que cada vez hay más mujeres emprendedoras. La lucha contra la desigualdad de género, las ayudas para las mujeres que quieren trabajar por cuenta propia han contribuido a que cada vez haya más casos de negocios de éxito dirigidos por mujeres. El entorno familiar también está cambiando: los hombres ayudan más en las tareas de casa y la educación de los hijos, por lo que las mujeres se sienten apoyadas en su proyecto.
El día que decidí iniciar mi propio proyecto empresarial… aunque mi experiencia laboral ha estado siempre ligada al mundo del textil, después de un tiempo sin trabajo y tras varios años viajando en autocaravana viviendo viajes inolvidables con mi familia, pensé: ¡por qué no dedicarme profesionalmente a hacer feliz a la gente, ofreciéndole vacaciones!
Creo que las mujeres emprendedoras… en general tenemos una gran capacidad para emprender porque somos luchadoras, perfeccionistas y podemos con todo, compaginando nuestra vida laboral y familiar. Creemos en nosotras y en nuestros negocios. Esto hace que podamos asumir nuevos retos con menos temores y más seguridad en nosotras mismas. Claramente el espíritu emprendedor de las mujeres va en aumento.
Cuando pienso en el futuro de las mujeres considero que… todavía queda mucho camino por recorrer y tenemos que luchar para conseguir la igualdad en todos los ámbitos, laboral, personal, familiar y social. Estamos en el buen camino y cada vez tenemos menos perjuicios y más opciones de poder dedicarnos a lo que nos gusta y lograr nuestros propios sueños.