El sector naval en creciente recuperación ha acuciado en los últimos tiempos la necesidad de incorporar en sus empresas trabajadores/as con la formación necesaria para atender a la nueva carga de trabajo a la que tienen que hacer frente. Recordemos algunos motivos por los que este sector se había quedado sin carga de trabajo.
En primer lugar, durante la crisis del tax-lease, muchos astilleros no recibieron encargos, con lo que un gran número de trabajadores/as se vieron expulsados del sector reciclándose para incorporarse a otros sectores. También la edad y las prejubilaciones hicieron que el sector se quedara sin personal cualificado.
Es ahora cuando los astilleros necesitan mano de obra cualificada para la modernización técnica y digitalizada en la construcción de buques. Para ello es necesario ofrecer formación cualificada al personal con el objetivo de que recicle sus conocimientos y se adapte a la nueva realidad. De hecho, las empresas del sector han destacado que, de continuar con esta carencia de personal cualificado, se verán obligadas a buscar mano de obra fuera.
En Formanor (Departamento de Formación y Normalización de Grupo Isonor) detectamos estas necesidades formativas y por eso hemos hablado con AIMEN Centro Tecnológico, que ofrece formación orientada principalmente a técnicos, ingenieros, inspectores y responsables de departamentos de calidad, inspección o producción, de procesos de preparación superficial y aplicación de recubrimientos, interesados en obtener la acreditación oficial de inspector FROSIO.
FROSIO, la organización europea para la formación y certificación de Inspectores de Tratamiento de Superficies, fue creada en 1986 para dar cabida a la creciente necesidad de personal cualificado, a todos los niveles, en la gestión, producción e inspección de trabajos en el campo de la protección contra la corrosión y el tratamiento de superficies.
FROSIO actúa mediante la formulación de requisitos de calidad para los inspectores de tratamiento de superficies y de aislamiento. En los últimos años, el esquema de aprobación y certificación de FROSIO ha alcanzado tal reconocimiento internacional que se ha convertido en un requisito específico dentro de diferentes estándares y especificaciones.
Para alcanzar dicha certificación, es necesario realizar una formación. El Curso Inspector de Tratamiento de Superficies (Esquema FROSIO), cuyo objetivo es capacitar al alumno para evaluar la calidad de los procesos de preparación de superficies y sus recubrimientos, así como identificar sus distintos tipos, métodos de aplicación, su efecto protector frente a la corrosión y su defectología. Además, esta formación les permitirá conocer los principales aspectos de salud laborar y protección medioambiental relativos a los anteriores procesos.
Como resultado, los alumnos estarán preparados para el asesoramiento, control e inspección de trabajos relacionados con pre-tratamiento de superficies metálicas y aplicación de recubrimientos sobre materiales, componentes, equipos y sistemas en plantas industriales, Oil&Gas, plantas de generación de energía, construcción marítima y naval y offshore.
AIMEN Centro Tecnológico, única entidad en España homologada por FROSIO, lleva impartiendo esta formación desde el año 2008 y desde 2016 es entidad homologada (training body) para formar a inspectores de tratamientos de superficies de acuerdo con el esquema FROSIO. Con esta certificación, AIMEN es uno los 13 centros de formación acreditados en todo el mundo por la entidad y la única homologada para la impartición del curso en español.
Las acciones formativas se desarrollan en sus instalaciones de Torneiros, en O Porriño (Pontevedra). Entre 2008 y 2017, a lo largo de las 17 ediciones realizadas por AIMEN, se han formado un total de 254 inspectores de tratamiento de superficies FROSIO.
* Especial mención y agradecimiento a Camilo Comesaña Rodríguez, ex trabajador del Sector Naval, por su colaboración en ayudarme a entender este Sector y sus características.
Según fuentes del Organismo FROSIO, en la actualidad España cuenta con un total de 416 inspectores certificados, y para conocer un poco más de cerca esta realidad hablamos con Francisco Bouzada, doctor en Química por la Universidad de Vigo y que forma parte del equipo de AIMEN desde el año 2006. Desde 2010 es inspector nivel III por FROSIO, contando en la actualidad con más de 90 alumnos ya formados.
Desde el punto de vista del alumno, ¿cuáles son las principales ventajas que ofrece la certificación de Inspector de Tratamiento de Superficies?
Estar certificado como Inspector de Tratamiento de Superficies según el esquema FROSIO (actualizado en junio de 2018) implica disponer de una de las certificaciones más prestigiosas en el ámbito internacional relacionada con la inspección, no sólo de recubrimientos sino también del material, de todo el proceso de aplicación del recubrimiento y del análisis de fallos y evaluación de la vida en servicio.
Durante la formación también se dedica tiempo al conocimiento del proceso de corrosión de las aleaciones metálicas más habituales y al uso de otros métodos de protección diferentes de las pinturas. Es claramente una formación desde diferentes enfoques que permite tener una visión global no sólo de los aspectos teóricos sino también prácticos. Los participantes realizan 14 técnicas experimentales diferentes relacionadas con la inspección de sustratos y recubrimientos.
Y desde la perspectiva de la empresa, ¿qué beneficios le puede aportar contar en su plantilla con un inspector FROSIO?
Hoy en día es necesario que las empresas tengan personal cualificado para dar respuesta a los requisitos de sus clientes, cada vez más globalizados. La certificación FROSIO, como ya se indicó, es de validez y prestigio mundial, por lo que es aceptable casi de forma automática. Y así se pone de manifiesto en las especificaciones, donde se requiere esta titulación como garantía de calidad en el control e inspección del trabajo. Además, desde el punto de vista interno, las empresas se benefician de la formación teórico-práctica recibida a sus técnicos, con lo que su propia calidad interna también se ve mejorada, reduciendo el nivel de no conformidades antes de que se produzca la entrega al cliente.
¿Qué salidas profesionales otorga esta certificación?
Un inspector FROSIO puede desarrollar su trabajo en cualquier sector que implique condiciones de corrosión de equipos, estructuras o componentes que puedan ser protegidos mediante un recubrimiento. Tanto en interior como en ambiente marino, sumergidos, enterrados o en exposición a la atmósfera. Ya se ha superado la “especialización” original de la norma NS476 (el origen del inspector FROSIO) en el sector naval y de plataformas petrolíferas, ampliándose a todos los sectores con problemas de corrosión y uso de recubrimientos. Algunos sectores ya tienen asumida la necesidad de una inspección cualificada y así figura en sus especificaciones y procedimientos; otros ya lo están sistematizando (oil & gas, eólica, offshore, industria química, construcción de grandes infraestructuras) y el resto (transporte, servicios industriales, industria y equipamiento auxiliar) está viendo las ventajas de la certificación en la mejora de la calidad y la vida en servicio de sus productos.
¿Cuál es la actual demanda del mercado español de este tipo de profesionales? ¿Y a nivel internacional?
En España está surgiendo la necesidad de disponer de técnicos altamente cualificados para responder a los requisitos de las especificaciones de clientes internacionales. Si se quiere competir por contratos a nivel mundial, las empresas españolas deben mostrar a sus clientes potenciales sus capacidades técnicas y de control de la calidad. Y la certificación FROSIO lo hace.
La mayoría de los alumnos de nuestros cursos vienen motivados por los requisitos de esas especificaciones. Pero también, cada vez más, son las propias empresas las que, sin solicitud de cliente, entienden que esta certificación es un valor añadido a su calidad interna. Y también hay alumnos que vienen por cuenta propia, como forma de ampliar sus oportunidades laborales e incluso, para establecerse como inspectores autónomos. Una muestra más de la versatilidad y amplitud de esta certificación.
Departamento de formación